
Gastón Riveira es el creador y alma Mater de La Cabrera, una de las parrillas más exitosas de Buenos Aires, que ya cuenta con tres locales en la Argentina y franquicias en Perú, Bolivia, Filipinas y Brasil.
Gastón no responde al perfil de un parrillero clásico, se lo puede definir como un verdadero chef: selecciona la mercadería, saca costos, prueba cada plato e investiga tendencias. Está en cada uno de los detalles, es un empresario todo terreno. Su destino era ser abogado, pero desde chico le gustaba la cocina, vocación que nació del contacto con sus abuelos.
Para alejarlo de los fuegos, el padre le pidió al dueño de un restaurante en Recoleta, que en el verano le dé trabajo lavando platos, para que se aburra. Fue un error, Gastón con un ojo lavaba y con el otro, se pegaba al parrillero. Al terminar el colegio secundario, decidió dedicarse a lo que quería: estudiar cocina. Ingresó en la escuela de Alicia Berger y paralelamente trabajó en diferentes restaurantes y hoteles, luego viajó a Europa, estudió en Lenotre, Francia, e hizo stages en Italia, Londres y en San Pablo, junto a Alex Atala, en Brasil.
Cuando sintió que era hora de tener su propio espacio, se inclinó por la carne, “el ingrediente nacional, lo que le gusta a todos”. Para crear el nuevo concepto en parrilla que tenía en mente, debió sumar a lo aprendido en la vida, el oficio de chef: “quería que el mío fuese un lugar impecable en el que todo el mundo comiese bien y lo pasase mejor. Sabía que para que funcione tenía que contar con un buen equipo y yo, estar presente, porque un restaurante no se puede manejar a control remoto.”

Así nació La Cabrera, una parrilla diferente. Pasaron los años, su sueño se hizo realidad y fue un éxito. Hoy, además, suma la permanente búsqueda de calidad, el ingrediente de temporada, lo que mejor ofrezca el mercado. En cada detalle aún se aprecia la presencia de Gastón, porque según sus propias palabras: “la parrilla es como el fútbol, todos opinan y son directores técnicos, pero en la cancha se ven los pingos.”
Cabrera es un restaurante con una cocina emblemática en donde la carne a la parrilla es protagonista y al mismo tiempo es considerada como arte y elemento culinario de innovación permanente. Aquí nos encontramos con carne de primera calidad, ambientación agradable, una completa carta de vinos, pan casero y una excelente atención.
La experiencia de la parrilla en La Cabrera involucra descubrir. Hallar sabores, texturas, aromas, colores… elementos dirigidos a todos los sentidos, a compartir la vida alrededor de una mesa en unión con la filosofía: Menú, Ambiente y Servicio. Aquí me deje seducir por los espectaculares sabores y aromas de una cocina singular, única, exquisita.
