
Desde la adquisición del emblemático Hotel Cipriani de Venecia en 1976, Belmond ha seguido perpetuando el legendario arte de viajar, llevando a los viajeros más exigentes de todo el mundo en viajes impresionantes. Desde trenes a barcazas fluviales, pasando por lodges de safari y hoteles, cada propiedad única ofrece una experiencia incomparable con su propia historia que contar. La esencia de la marca Belmond se basa en su patrimonio, en la artesanía y en un servicio genuino y auténtico. Es este savoir-faire, combinado con la sofisticación exquisita de Londres, que la aporta esa magia intangible a Belmond Cadogan.

Cada momento de mi estancia en este oasis de lujo y placeres sensoriales fue una inmersión en lo más deleitoso de la capital de Inglaterra. Situado en la prestigiosa Sloane Street, este remanso de paz me sedujo con su excelencia y con los delicados detalles que vuelven cada rincón en un espacio nuevo que conocer, como los majestuoso baños de mármol blanco, las antiguas escaleras de madera, y las paredes repletas de libros de acero en honor a Oscar Wilde, quien se hospedó en el hotel.
Una reinvención de un clásico londinense, el cual se inauguró originalmente en 1887, Belmond Cadogan es el mágico resultado de una combinación de encanto británico clásico y elegancia contemporánea. Disfrutando de una rica copa de vino con el carismático General Manager Xavier Lablaude en el impactantemente bello bar del hotel, famoso por su high tea, me vuelvo participe de la recurrente historia de este emblema.
Durante la renovación, los detalles de época del edificio se conservaron y se usaron como inspiración para gran parte del diseño del hotel, mientras que el arte contemporáneo y los elementos de diseño llevan al hotel al siglo XXI. La historia literaria del área de Chelsea también jugó un papel en el rediseño. Las bibliotecas privadas en cada una de las habitaciones fueron seleccionadas por el librero cercano John Sandoe Books, y un bronce escultórico formado por 600 libros se encuentra en el vestíbulo del ascensor – una biblioteca opulenta.

Su restaurante, The LaLee, rinde homenaje a los viajes de una de las residentes más famosas de The Cadogan, la socialité de Chelsea Lillie Langtry. Reconocida por su belleza y encanto, tenía muchos admiradores; cuando viajaba, viajaba con estilo. El LaLee refleja sus gustos refinados en la cocina europea sofisticada. Desde un delicioso desayuno hasta un aperitivo al atardecer, The LaLee utiliza ingredientes frescos y recetas tradicionales de todo el continente.
Un hotel elegante, enigmático y clásico en el corazón de una de las ciudades más fascinantes del planeta, Belmond Cadogan nos enamora. Su ambiente único y sofisticada alma, hacen de este hotel un destino en si mismo, infinitamente bello.
