
Todo comenzó cuando el Rey bávaro Maximiliano II, siguiendo los pasos de su padre Ludwig I, quiso crear un monumento urbano. Así instigó uno de los mayores concursos de arquitectura de su época que resultó en la creación de un espléndido bulevar, que lleva su nombre, y que se ha convertido en la calle más célebre de Munich.
Además de la avenida, Maximiliano deseaba la construcción de un hotel verdaderamente noble. El objetivo era dar cabida al creciente número de personalidades famosas de la nobleza y de las artes, la academia y la tecnología que visitaban la ciudad. El rey quería un espacio que fuera nada menos que “el hotel más hermoso de la ciudad”. El resultado: Hotel Vier Jahreszeiten Kempinski Munich.

Rudolf Gottgetreu diseñó la impresionante arquitectura, los elegantes interiores y el llamativo mobiliario. También incorporó los últimos avances tecnológicos de la naciente era industrial, como la electricidad, el agua corriente y los ascensores paternóster.
El nuevo hotel finalmente se inauguró con gran festejo en 1858. Una combinación única de tradición y modernidad se incorporó en 1970 a la preciosa colección de los hoteles Kempinski. Desde entonces ha sido un ícono de Munich y un sinónimo de la alta hotelería Alemana.
Tan pronto como ingresé al impresionante vestíbulo del hotel, el encanto inconfundible de este venerable hotel se volvió palpable. A lo largo de los siglos, el hotel ha sido actualizado meticulosamente una y otra vez de acuerdo con los requisitos cambiantes de cada época respectiva sin enmascarar su gran pasado.
Aquí, cada habitación y suite es única y está inspirada en el esplendor de la época del rey Maximiliano II, la casa real de Wittelsbach y el estilo sofisticado de Maximilianstrasse. Una característica especialmente llamativa son las pinturas de los “viejos maestros” tomadas de las galerías Pinakothek de Munich y colgadas en las paredes de las habitaciones. En mi espléndida suite, cada momento de mi estancia fue una experiencia de refinamiento único.

Para celebrar su 160 aniversario, el Hotel Vier Jahreszeiten Kempinski Munich ha abierto un nuevo y lujoso salón de puros; un espacio mágico que nos transporta a los amantes de los puros y pipasa la era de la realeza de Bavaria. El nuevo Kempinski Cigar Lounge de Zechbauer, para huéspedes de hoteles y clientes de tiendas, es el lugar más exclusivo de la ciudad para disfrutar de los mejores puros del mundo.
Cada espacio y rincón de este magnifico hotel sorprende y enamora con su estilo único, elegancia atemporal y glamuroso ambiente. Vier Jahreszeiten Kempinski Munich es mucho más que un hotel; es historia encarnada en escenarios de lujo que nos hacen partícipes de un estilo de vida infinitamente fascinante.
