La relajación, la paz y el placer son gran parte de la increíble experiencia de viajar y reflexionar. Es por esto que el mundo de los spas, del ‘wellness’, ha crecido tanto en los últimos años, haciendo énfasis en la importancia de la relación que tenemos con nuestro cuerpo y nuestra mente.
Esta delicada relación es explorada a fondo en el maravilloso y célebre Adlon Spa by Resense en Berlín. Al entrar los huéspedes nos vemos envueltos en una elegante atmósfera; con un ambiente acogedor, esta joya nos enamora con su chimenea y paredes iluminadas hechas de alabastro. El diseño del Spa marca la pauta del espacioso pero relajante santuario sensorial con su elegante mezcla de minimalismo y estilo de Manhattan.
El Adlon Spa by Resense ofrece exclusivos tratamientos de belleza, masajes y programas terapéuticos que combinan un alto nivel de experiencia, los últimos descubrimientos en investigación de la piel y productos de cosmética natural: una combinación única de puro lujo para mimar los sentidos.
Con sus 9,000 pies cuadrados repartidos en tres niveles, el Adlon Spa by Resense, el paraíso de bienestar más grande de Berlín cuenta con tres suites spa privadas de 45 metros cuadrados, equipadas con bañera, Jacuzzi, ducha, baño de vapor o sauna. Estas famosas y magníficas Spa Suites son exquisitas joyas – espacios de placer absoluto donde champagne, fruta y nuestro jacuzzi privado nos preparan para nuestros deliciosos tratamientos.
El ‘day-spa’ más grande de Berlín fue diseñado por la interiorista Anne Maria Jagdfeld y su estilo invita a los huéspedes a disfrutar de tratamientos nutritivos para el alma. Cuenta con ocho lujosas salas de tratamiento con camas de masaje climatizadas.
En el icónico Adlon Spa by Resense disfrutamos de la relajación pura y un servicio exquisito para equilibrar el yo interior y ganar nuevas fuerzas. Ubicado en el precioso y lujoso hotel Kempinski Adlon Berlin, el Spa goza de fama internacional. La historia y el lujo convergen en la dirección mas codiciada de Berlín para crear el hotel más emblemático de Alemania: Kempinski Adlon no tiene igual.
Blog de Deby Beard 