
Recuerdo la primera vez que entré en el mundo de Millesime. Era como adentrarse en un universo paralelo donde la alta gastronomía se mezcla con la innovación y el arte. Desde entonces, he seguido de cerca su evolución, y no puedo dejar de maravillarme ante su capacidad para reinventarse una y otra vez.
En el año 2007, Millesime nació con una misión clara: ayudar a las empresas a fortalecer sus lazos y mostrar su liderazgo a través de una herramienta de hospitalidad única. Desde entonces, ha crecido hasta convertirse en un referente internacional en la creación e implementación de conceptos gastronómicos, gracias a eventos como los salones Millesime, la cita anual gastronómica más esperada en diferentes países.

Una de las experiencias más memorables de Millesime es el Garden Millesime en Rosewood: este oasis de tres mil metros cuadrados está repleto de exquisitos manjares gourmet, desde exclusivos caviares y jamones hasta vinos nacionales e internacionales, cervezas artesanales y destilados de primera calidad. Es un paraíso para los amantes de la buena comida y la bebida.
Lo que hace que el Garden Millesime sea aún más especial son los chefs que participan en esta experiencia. Desde nombres reconocidos internacionalmente hasta talentos emergentes, cada uno aporta su propia visión y creatividad a la mesa. Recuerdo con especial cariño la presencia de la prestigiosa Chef Olivia Rodrigo, cuyos platos tienen el poder de hacer felices a los comensales. Su enfoque en el producto local y su pasión por la cocina se reflejan en cada bocado.
Pero Olivia no estuvo sola en esta ocasión. También tuve el privilegio de conocer al Chef Miguel Carretero, ganador de una estrella Michelín y conocido como el rey de las croquetas en sus restaurantes Santerra y La Barra de Santerra. Su filosofía de trabajo, basada en la creencia en uno mismo, me inspiró profundamente.

Y, por supuesto, nos acompañaron dos estrellas mexicanas de la gastronomía: Ricardo Muñoz Zurita y Javier Plasencia. Su presencia en las “Cenas de Altura”, organizadas por el equipo de Millesime, fue el broche de oro de una experiencia culinaria inolvidable.
Millesime en el hermoso destino de San Miguel de Allende es un viaje sensorial que te transporta a un mundo de sabores, aromas y emociones. Con sus calles empedradas, arquitectura colonial y vibrante vida cultural, San Miguel respira historia y encanto en cada rincón – es un lugar donde el tiempo parece detenerse, invitándonos a explorar sus espacios llenos de color y tradición, y excelencia culinaria.
