En el vibrante corazón de Interlomas, Piedra y Brasa Steakhouse complementa el éxito alcanzado en Bosque Esmeralda, y se está rápidamente convirtiendo en el refugio de los amantes de la buena carne y los sabores auténticos. En su cocina, la parrilla no es solo una técnica, sino una verdadera obra de arte.
Desde su apertura, Piedra y Brasa ha cautivado a los amantes del buen vivir con su especialidad en carnes y mariscos, todos cocinados a la perfección en un horno de fuego directo que resalta lo mejor de cada ingrediente. La experiencia comienza de manera excepcional con un dip de frijoles molcajeteados, acompañados de queso fundido y crujientes totopos de tortilla azul, que abren el apetito para lo que está por venir.
Uno de los puntos culminantes de la experiencia en Piedra y Brasa es la elección entre dos de los cortes de carne más exclusivos: la picaña prime y el New York. Ambas opciones se destacan por su calidad superior y su preparación cuidadosa, acompañadas de diversas salsas mexicanas que elevan cada bocado. Lo que realmente marca la diferencia es el proceso de cocción: el horno español JOSPER, utilizado en el restaurante, cocina las carnes a la perfección, sellando sus jugos y sabores mientras mantiene la suavidad y la textura ideales. Para hacer la experiencia aún más especial, los cortes se sirven sobre una brasa caliente en la mesa, permitiendo que cada comensal decida el punto de cocción que prefiera.
Acompañando la carne, el menú ofrece opciones igualmente tentadoras como los elotes tatemados, que aportan un toque ahumado y delicioso, y un guacamole fresco que complementa perfectamente los sabores intensos de los cortes de carne.
Uno de los momentos más esperados de la velada es el postre: un cheesecake espectacular que se flamea ante tus ojos, creando un espectáculo visual y una explosión de sabores en el paladar. Este postre, una fusión entre la tradición americana y la innovación, es el broche de oro perfecto para una comida llena de sensaciones únicas.
Piedra y Brasa es el escenario de una experiencia sensorial completa. Cada rincón del restaurante está diseñado para sumergir a los comensales en un ambiente sofisticado y relajado, donde la piedra negra, la luz natural y los elementos naturales crean un espacio acogedor y seductor. Es el lugar donde los aromas del asado y el chisporroteo de las brasas se apoderan del aire, invitando a los visitantes a disfrutar de una atmósfera que celebra el arte del buen comer.
Piedra y Brasa se ha consolidado rápidamente como una parada obligada para los que buscan una experiencia gastronómica que combine la tradición y la innovación en un ambiente único. Un espacio donde el sabor, la calidad y la pasión por la parrilla se unen para crear una experiencia inolvidable.
Blog de Deby Beard 