
Rodeado por las montañas que se alzan majestuosas como guardianes del paisaje nevado de Whistler, se encuentra un espacio donde la gastronomía se convierte en una experiencia sensorial completa: The Grill Room, en el Fairmont Chateau Whistler. Desde el momento en que cruzamos sus puertas, su calidez nos abraza, y la atmósfera, a la vez sofisticada y acogedora, se convierte en el escenario perfecto para una noche memorable.
El servicio, cálido y atento, se convierte en una extensión de la misma magia del lugar, con un toque personal que hace sentir como si estuviéramos en casa. Las mesas están rodeadas de una suave luz que resalta los detalles de la decoración rica y elegante, mientras el susurro de copas de vino y el sonido del sable cortando una botella de espumoso en la mesa se suman al ambiente festivo que envuelve cada rincón del restaurante.

Los platos, como una sinfonía, presentan lo mejor de la región: ingredientes locales de una frescura impecable, combinados con la destreza culinaria que solo un chef con la experiencia de Cliff Crawford podría ofrecer. La carne canadiense AAA Prime, la selección de mariscos Ocean Wise y los productos orgánicos cultivados por los agricultores locales son los protagonistas de un menú que celebra la naturaleza y la estacionalidad de cada ingrediente.
Cada bocado es una revelación. El sabor profundo de la carne, cuidadosamente seleccionada y preparada, se mezcla con el frescor del mar, mientras las verduras, perfectas en su simplicidad, nos recuerdan el lugar de donde provienen. Cada plato es una historia contada a través de los ingredientes, una historia de la tierra, el mar y la pasión de quienes los cultivan y los transforman en algo sublime – desde la untuosa crema de tomate elaborada en la mesa hasta las frescas ostras del Pacífico.
El chef Cliff Crawford, con más de 20 años de experiencia culinaria, imprime su huella en cada plato. Su recorrido desde Southampton hasta Sofitel Chicago Magnificent Mile y ahora en Fairmont Chateau Whistler es un testimonio de su pasión por la cocina y su dedicación a ofrecer lo mejor de la gastronomía. Cada plato que llega a la mesa tiene la firma de un maestro, un creador que entiende la importancia de contar historias a través del sabor.

La noche culmina con una sensación de satisfacción profunda, no solo por la calidad de los platos, sino también por el ambiente que rodea la experiencia: un equilibrio perfecto entre la naturaleza de Whistler, la destreza de la cocina y el confort de un espacio que invita a quedarse, a disfrutar, a vivir el momento.
Cenar en The Grill Room es una experiencia que trasciende lo gastronómico. Es un viaje sensorial, una celebración de los sabores locales, y una noche que perdura en la memoria.
