
El corazón de Polanco volvió a latir con fuerza este mayo, al compás de aromas tentadores, sabores memorables y una energía vibrante que reunió a lo mejor de la gastronomía nacional e internacional. La undécima edición de Sabor es Polanco no fue sólo un festival, sino una celebración viva del arte culinario, la tradición y la innovación. Durante el sábado 17 y domingo 18, el Parque Lincoln se transformó en un epicentro de placer sensorial, donde cada bocado fue una historia, cada copa un brindis a lo que perdura.
Más de 70 restaurantes, 400 platillos y 220 expositores ofrecieron a los asistentes un recorrido tan amplio como exquisito. Entre los aromas de especias, carnes al fuego, quesos artesanales y vinos cuidadosamente seleccionados, miles de visitantes se sumergieron en una experiencia gastronómica total, diseñada para deleitar los sentidos y rendir tributo a la diversidad culinaria de México y el mundo.

Uno de los momentos más emotivos del evento fue el merecido homenaje a dos figuras fundamentales de la cocina mexicana: Ricardo Muñoz Zurita y Diana Beltrán. El primero, incansable promotor del patrimonio gastronómico nacional, investigador y autor esencial, fue reconocido por su legado invaluable a través de los restaurantes Azul y su compromiso con la cocina tradicional. Por su parte, Diana Beltrán, con su espíritu emprendedor y labor internacional, fue celebrada por llevar los sabores de México hasta Europa y el Vaticano, donde ha representado a nuestro país con orgullo por casi dos décadas.
También se honró la trayectoria de tres instituciones culinarias cuyos años de servicio reflejan la fuerza de la tradición. La Cantina de Willy, nacida en 1902, sigue siendo un punto de encuentro de generaciones en Morelia; Los Panchos, con 80 años de historia y sus legendarias carnitas, continúa siendo ícono del sabor mexicano; y Au Pied de Cochon, ejemplo de cocina francesa refinada, que cumple 25 años como referente de elegancia y excelencia en Polanco.
Para quienes buscaban una experiencia más exclusiva, el Pase Premium ofreció un viaje sensorial de alto nivel, con propuestas de chefs como Pepe Salinas (Balcón del Zócalo), Abel Hernández (Grupo Chic), Israel Aretxiga (Casa Marena) y los clásicos sabores de Estoril Polanco. Cada platillo fue armonizado por la experta mano de Laura Santander, sommelier de Wine Advisor, en una sinfonía de maridajes perfectos.

El Pasillo de la Excelencia desplegó productos gourmet de clase mundial y destilados premium de etiquetas como Woodford Reserve, Freixenet, DOCa Rioja y Herradura. Mientras tanto, en la Terraza Premium, la alta cocina continuó brillando con propuestas de Au Pied de Cochon, la sabrosa cocina española de La Cocina del Bizco, dirigida por Jesús Pedraza, y el sazón caribeño de Chévere, del chef Javier Plasencia.
Sabor es Polanco también fue espacio de aprendizaje. A lo largo del fin de semana, los asistentes pudieron participar en master classes y catas dirigidas por figuras de primer nivel: desde la visión creativa de chefs como Itzel Paniagua, Rodrigo Pacheco, Alex Branch, Andrea Sánchez y Ángel Vázquez, hasta el conocimiento técnico de sommeliers, tequileros, cerveceros y expertos en mezcal.
Así fue Sabor es Polanco 2025: un homenaje a lo que sabe bien, a lo que se cocina con pasión y se sirve con orgullo. Fue también un reconocimiento a quienes, con talento y visión, han convertido la cocina en un lenguaje que une, que emociona y que trasciende.