Maroma, A Belmond Hotel en The World’s 50 Best Hotels 2025

Maroma, A Belmond Hotel Riviera Maya es una oda a la belleza y a la autenticidad, un poema que el Caribe escribe con luz, arena y silencio. Entre palmeras que danzan al ritmo del viento y un horizonte que parece infinito, Maroma se erige como un santuario del lujo consciente, donde el alma mexicana se entrelaza con la elegancia más refinada.

Recientemente reconocido en el puesto número 33 del ranking The World’s 50 Best Hotels 2025, Maroma no celebra un premio, sino una confirmación: la de su esencia impecable, la de su compromiso profundo con el arte de recibir. Este logro no es fruto del azar, sino de una pasión tangible que se manifiesta en cada detalle, en cada sonrisa, en cada rincón que respira hospitalidad y respeto por la naturaleza.

Setenta y dos habitaciones, suites y villas se despliegan como refugios privados, abrazadas por jardines que huelen a bugambilia y mar. Cada espacio fue concebido con un amor silencioso por la artesanía mexicana: maderas talladas, tejidos que cuentan historias, cerámicas que guardan el alma de las manos que las moldearon. Los interiores son una sinfonía de calma, un equilibrio entre lo contemporáneo y lo ancestral. Desde sus terrazas, el océano se revela con su ritmo hipnótico, invitando a la contemplación, al descanso, a la gratitud.

En su cocina, el sabor se convierte en experiencia: los ingredientes locales y las técnicas tradicionales se transforman en un lenguaje de afecto, un tributo a la tierra maya. Cada plato es una celebración de la sencillez elevada, una caricia al paladar que conecta con el origen. En la mesa, el lujo se redefine como honestidad, como placer sin artificio.

Más allá de su esplendor visible, Maroma vibra con una energía más profunda: la del respeto. Su compromiso con la comunidad local y el entorno natural es tan real como su belleza. Aquí, la conservación no es discurso, sino práctica diaria. Desde la protección de la vida marina y la restauración de arrecifes, hasta la preservación de la abeja melipona —esa joya alada que guarda la sabiduría ancestral de la región—, el hotel honra la vida en todas sus formas. En colaboración con apicultores mayas, fomenta la conciencia y la continuidad de tradiciones que han resistido siglos.

Cada rincón de Maroma cuenta una historia: las piezas artesanales creadas exclusivamente para el hotel, la arquitectura que se mimetiza con la selva, los caminos que conducen al spa como si fueran senderos del alma. Allí, el bienestar se siente como un regreso a lo esencial. Los rituales, inspirados en la naturaleza y la sabiduría maya, despiertan los sentidos con la suavidad del copal y el murmullo del mar. Es un espacio donde el cuerpo se aquieta y el espíritu florece.

Maroma es, ante todo, un homenaje al alma mexicana: a su calidez, su hospitalidad y su amor por la belleza que nace de la tierra. Ser parte de Belmond no lo encierra en una categoría; lo eleva a un universo donde la elegancia es emoción, y el viaje, una forma de introspección. Su presencia en la lista de los 50 mejores hoteles del mundo no solo enaltece su nombre, sino que reafirma a la Riviera Maya como un faro del lujo global, un destino donde la autenticidad y la armonía se entrelazan para crear algo irrepetible.


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