Con una vista panorámica de campos de lavanda y olivos, y situado entre viñedos, La Santísima Trinidad emerge como un portal a un mundo de fantasía y serenidad.
Caminar entre los viñedos, pasear junto a los lagos, descansar en la piscina o simplemente disfrutar de la vista desde la terraza de mi habitación, son experiencias que definen la singularidad de La Santísima Trinidad. Hay algo en el aire, algo que se siente y respira, que nos envuelve y enamora.
La Santísima Trinidad nace como un sueño, un proyecto de vida que fusiona la pasión por la tradición, la naturaleza, la equitación, los viñedos, los vinos, la gastronomía, el ecoturismo y el desarrollo inmobiliario. Esta amalgama de elementos transmite una magia que nos transporta a lugares maravillosos, llenos de arte, cultura y tradición.
Rodeado de naturaleza virgen, viñedos y lagos artificiales, este lugar nos brinda paz interna y momentos de contemplación que nos alejan de la realidad diaria. La Santísima Trinidad es un ejemplo destacado en el sector privado de los desarrollos vitivinícolas en la región del Bajío, cuyas condiciones climáticas favorecen la agricultura.
Con una extensión total de 100 hectáreas, Viñedos Santa Catalina combina un diseño arquitectónico y paisajístico excepcional con la mejor tecnología ecológica. El resultado es un espacio mágico en uno de los destinos más fascinantes del país.
El hotel boutique de Viñedos Santa Catalina, con solo diez lujosas habitaciones, es el más exclusivo de la familia La Santísima Trinidad. Su exquisito diseño, privacidad y lujo lo convierten en un referente en la hotelería. Las alas de un ave blanca rozan las inmóviles aguas del lago que se extiende desde la recepción hasta los olivos, creando un paisaje de ensueño.
A solo quince minutos de San Miguel de Allende, pero a una distancia infinita del bullicio urbano, Viñedos Santa Catalina ha elevado el estándar hotelero de la región, sumergiendo a los viajeros en espacios de lujo relajado, sofisticación seductora y diseño de ensueño.
Este desarrollo, obra maestra del reconocido despacho arquitectónico Artigas, es la adición más reciente a la preciosa colección de La Santísima Trinidad. Los distintos edenes, como Viñedos San Lucas, Viñedos San Francisco y Viñedos de los Senderos, nos introducen a un estilo de vida único en el país, con desarrollos inmobiliarios, viñedos, olivos, lavanda, hoteles boutique, restaurantes, canchas de polo y talleres temáticos.
Los recorridos por los viñedos, las catas y degustaciones nos sumergen en el mundo del vino, permitiéndonos experimentar directamente con los cinco sentidos y la naturaleza. Al beber Santísima Trinidad, estamos bebiendo San Miguel de Allende, pero sobre todo estamos bebiendo una forma de entender la viticultura y la enología, basada en el cuidado por la viña y el respeto por la uva.
Un lugar excepcional donde nuestra única responsabilidad es disfrutar, aprender y relajarnos contemplando un maravilloso paisaje entre viñedos y lavanda, nos encontramos con el paraíso.
Blog de Deby Beard 