El renacimiento de la antigua Mesopotamia en un platillo: esta es la esencia del exquisito restaurante Rehan. La joya culinaria de Kempinski Ishtar en el Mar Muerto de Jordania, este edén gastronómico es un portal sensorial que nos sumerge en la historia de la cocina Libanesa, una de las más antiguas del mundo.
Una mezcla de sofisticación culinaria libanesa, bellamente conspirada con la epopeya de Gilgamesh en la elegante decoración de Rehan, revela una búsqueda babilónica sin igual, sofisticadamente mezclada con una experiencia gastronómica contemporánea autentica. Su historia única se deriva del estado de derecho de la antigua Mesopotamia “El Código de Hammurabi” para iluminar la visión de su chef de la elaboración de notables rituales libaneses y espectáculos gastronómicos.
El talentoso chef libanés de Rehan y el gerente de restaurante se aseguraron que mi experiencia culinaria fuese auténtica y me llevaron de la mano a descubrir platillos originales, clásicos e infinitamente sabrosos. Una larga selección de mezzes fríos y calientes cubren la mesa en un festín de colores y exquisitos aromas.
Entradas exquisitas como Kubbeh frito con yogurt de ajo y nueces, el clásico arroz oriental Ouzi Bel con cordero y pepino, y mi favorito, el muhamarra de pimientos y chiles, son el comienzo de una aventura sensorial. También nos encontramos con exóticos platillos como el Shoshbarak, un tipo de tortellini con carne y coriander, el Jawaneh, que consiste de alas de pollo tostadas al carbón, y los camarones Osmalieh, empanizados con masa ‘kunaffa’ y salsa de granada.
Una sección entera del menú está dedicada a los Fetteh especiales del chef. Fatteh es un plato egipcio y levantino que consiste en trozos de pan plano fresco, tostado, a la parrilla o duro cubierto con otros ingredientes que varían según la región. También se le conoce algunas veces cómo Shâmiyât en el área de Levante. En Rehan, el chef creó cuatro diferentes tipos de Fetteh: Dajaj con pollo y nueces, Hommous con garbanzo, Lahmeh con carne y ajo, y Bathenjan con berenjena y mantequilla.
El galardonado Kempinski Hotel Ishtar Dead Sea se encuentra elegantemente a orillas del spa natural más antiguo del mundo, el Mar Muerto, en medio de jardines salpicados de lagunas, cascadas y piscinas privadas. Un paraíso de gastronomía y bienestar, aquí olivos centenarios se mezclan con palmeras, diseñado en afectuoso homenaje a los Jardines Colgantes de Babilonia.
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