
Los paisajes de cuento de hadas, la arquitectura tradicional, la historia y la tradición se combinan con un seductor estilo de vida y exquisita cocina para crear un destino infinitamente seductor: Kempinski Hotel Frankfurt Gravenbruch.
Pasando aquí días de relajación, disfrute gastronómico, exploración y deleite sensorial en espacios de exquisita sofisticación, disfruté en esta joya hotelera de la renombrada hospitalidad de Kempinski, el grupo hotelero de lujo más antiguo de Europa.

A las afueras de Frankfurt, a la vez lejos del ajetreo y cerca del seductor ambiente de la ciudad, se encuentra esta mansión de encanto único. El escudo de armas sobre la puerta del actual patio interior nos da la bienvenida, remontándonos a una época de realeza, y el servicio de ‘guante blanco’ insignia de Kempinski nos sumerge inmediatamente en un mundo de hedonismo.

La historia del hotel es fascinante: El Caballero Sebastian von Heusenstamm construyó el ‘Gravenbrucher Hof’ en 1590, el cual fue ampliado en época barroca, siguiendo la moda de la época, con un pabellón de caza en 1720.
Esta preciosa mansión se convirtió en un popular destino de escapada para la nobleza de Frankfurt a principios de siglo y fue creciendo de manera natural; se le añadieron habitaciones, salones de baile y se creó una típica ‘beer garden’ – cervecería al aire libre – bajo los árboles centenarios del parque.
Más de doscientos años después de la creación de Gravenbrucher, esta joya histórica se convirtió en un hotel del grupo Kempinski, el cual tomó extensas medidas de renovación y expansión para crear un espacio de lujo desmesurado. Un escape urbano, es en Kempinski Hotel Frankfurt Gravenbruch donde nos volvemos parte de una manera de vivir sin apuros y sin preocupaciones.
Kempinski Hotel Frankfurt Gravenbruch era hace décadas el escape favorito de la realeza y hoy en día es uno de los destinos mas codiciados para los viajeros conocedores. En su Country Club & Spa, reconocido internacionalmente, nos encontramos con hermosos espacios de relajación, con una alberca externe y una interna, saunas, vapor y un extenso menú de tratamientos que giran en torno al wellness.

Presentando la cultura local en cada platillo, el restaurante EssTisch es donde el chef del hotel y su equipo sirven deliciosos platos internacionales y lo mejor de la región; la mayoría de los ingredientes provienen de fuentes cercanas. Combinando esta filosofía de ‘farm-to-table’ de la región de Hesse con el ambiente elegante de Frankfurt, este edén culinario rescata el estilo de vida del campo de antaño de Alemania con un toque moderno.
Por la ventana del elegante pero relajado K-Lounge – con sus icónicas pinturas y chimeneas – vislumbro el show de luces, sonido y agua en las fuentes del lago del hotel, celebrando la llegada del verano. Con una rica copa de vino Alemán en la mano, me dejo llevar por el encanto del momento y la intangible magia de esta estancia de ensueño.
