
Existen hoteles que nos cuentan una historia, que nos incitan a descubrir el alma del destino donde se encuentran y a adentramos en su cultura. Ubicado entre dos canales históricos en el corazón de Ámsterdam, Sofitel Legend The Grand tiene un legado fascinante y una relación profunda con los Países Bajos, la cual esta reflejada en cada platillo de su restaurante Bridges.

La arquitecta de interiores francesa Sybille de Margerie, famosa por su trabajo en el legendario Hôtel de Crillon en París y el Hôtel Cheval Blanc en Courchevel, inspiró gran parte de su elegante diseño en los colores vivos del famoso mural del artista COBRA Karel Appel, que está situado en la entrada de la zona de restaurante.
Aquí, el famoso chef ejecutivo Raoul Meuwese describe sus platos como “franceses clásicos y tradicionales, con influencias internacionales y un toque local”. Prefiere trabajar con pescados y productos locales, cultivados o capturados de forma sostenible y en base a estos productos crea platos según la temporada.
Anteriormente, fue Raoul Meuwese Chef de Cocina del restaurante De Hoefslag y tiene años de experiencia en varias otras cocinas. En el pasado, trabajó en a.o. el restaurante Seinpost con estrella Michelin, en Scheveningen y los restaurantes Leds y Savarin en Rijswijk. Su talento ilimitado y su búsqueda continua del máximo nivel se combinan perfectamente con la edificante calidad gastronómica y el servicio con el que me encontré en Bridges.
En su sofisticado ambiente, me dejé llevar por un creativo y seductor menú de degustación, con platillos exquisitos como trucha con calabaza, eneldo, suero de leche y mostaza, y el langostino con hígado de pato, apionabo, manzana Granny Smith y un toque de dashi.

La magnífica experiencia culinaria nos sedujo con sabores únicos, como el del Caviar Perlé Imperial, la alcachofa de Jerusalén, langosta Oosterschelde y los jugosos espárragos blancos de temporada, acompañados con vadovan. Cada manjar fue más espectacular que el anterior, presentado bellamente en un setting inolvidable.
En Ámsterdam se encuentran y unen culturas e influencias internacionales, reflejadas en los platos que se sirven en Bridges y que causan en nosotros un abanico de sensaciones. En este edén culinario una gran cantidad de luz natural mágica se filtra a través de los ventanales durante los largos días de verano y la excelencia culinaria se apodera de mis sentidos.
