
Desde el momento en que llegué, sentí como el aire se impregnó de serenidad, como si el tiempo se desacelerara para dar paso a una conexión profunda con la naturaleza y conmigo misma… En el corazón de Bacalar, donde la Laguna de los Siete Colores despliega su paleta celestial, se encuentra un oasis de paz y renovación: el Centro Holístico Akalki.
Cada día comienza con el suave murmullo de las aguas cristalinas de la laguna y el sol ascendiendo sobre el horizonte. Las sesiones matutinas de yoga en Akalki se convierten en un ritual sagrado, donde el cuerpo se estira al compás del amanecer y el espíritu se eleva con la armonía del entorno. Es un tiempo para respirar profundamente y absorber la energía vital que emana de este lugar sagrado.

El Templo Madre Tierra de Akalki es un espacio único donde la creatividad y la espiritualidad se entrelazan. He participado en ceremonias de fuego que han iluminado mi espíritu y sanaciones con sonido que han calmando mi mente inquieta. Cada experiencia está diseñada con cuidado para restaurar el equilibrio esencial en nuestras vidas agitadas, ofreciendo un bálsamo para el alma cansada.
Una de las joyas de Akalki es la experiencia XOCHIQUETZAL en su exquisito Spa. Este ritual, diseñado para mujeres en búsqueda de conexión con su belleza interior, ha sido una revelación. Desde la meditación inicial hasta la vaporización de hierbas medicinales, cada paso es una caricia para el alma. La exfoliación y mascarilla con ingredientes naturales no solo embellecen la piel, sino que también honran el amor propio y la vitalidad esencial que todas llevamos dentro.
La sostenibilidad es el corazón latente de Akalki, reflejada en cada detalle, desde el restaurante La Botika con su concepto de huerto a la mesa hasta el diseño eco-consciente de las habitaciones. Aquí, la frescura de los ingredientes locales se transforma en platos que deleitan el paladar y alimentan el cuerpo con energía pura.


Ubicado estratégicamente entre la Laguna de los Siete Colores y la rica biodiversidad de los manglares, Akalki no solo ofrece un refugio, sino un portal hacia la armonía entre lujo y naturaleza. Tuve el privilegio de explorar más allá de Akalki, navegando por la Laguna de Bacalar en un pontón eléctrico Kin-Ha. Guiados por conocedores locales, descubrimos los secretos ancestrales de este cuerpo de agua sagrado, donde cada historia y leyenda parecía cobrar vida.
Bacalar ha sido venerado desde tiempos antiguos como un sitio de sanación y purificación, donde la paz se encuentra en el susurro tranquilo de sus aguas. Akalki, en su compromiso con el bienestar generalizado, no solo ofrece terapias y rituales para personas, sino que también se integra armoniosamente con el ecosistema y la comunidad que la rodea.
En Akalki me encontré con un viaje transformador hacia la paz interior y la renovación personal. Este es un lugar donde la belleza natural y el bienestar integral se entrelazan perfectamente, invitándonos a descubrir la esencia misma de Bacalar, una joya escondida en la selva maya.
