Blog de Deby Beard

En el corazón vibrante de Polanco, se alza un rincón donde la gastronomía se convierte en una fiesta de sentidos: Chevere. Este restaurante no es solo un lugar para comer, sino una invitación a un festín para el alma. En su hermosa terraza pet-friendly, donde el aire fresco se mezcla con risas y charlas, cada platillo es una obra de arte que refleja la creatividad y el cariño de sus creadores.

Las tostadas de atún con daikon ponzu son el primer suspiro de un viaje sensorial. El atún, fresco y jugoso, se abraza con la suavidad del daikon, mientras que el ponzu añade un toque ácido y refrescante. Cada bocado es una explosión de sabores delicados, pero vibrantes, que nos invitan a seguir descubriendo.

Luego llega el pato añejado con mole de aceituna y tepache de manzana, una fusión única que desafía las convenciones. El pato, perfectamente cocinado, se deshace en la boca, y su sabor se entrelaza con el mole de aceituna, que aporta una intensidad suave y terrenal. El tepache de manzana, por su parte, es una sorpresa refrescante que equilibra la riqueza del plato, añadiendo una dulzura sutil que despierta los sentidos.

La coliflor caramelizada con salsa xnipec es otro ejemplo de la magia que se cocina en Chevere. La coliflor, con su dulzura natural, se transforma en un bocado caramelizado, dorado y lleno de personalidad. La salsa xnipec, con su toque picante y cítrico, le da un giro que realza el plato, llevándonos a un viaje de contrastes y armonías.

Y no podemos olvidar los tacos de pulpo, sencillamente exquisitos. El pulpo, tierno y perfectamente asado, se sirve en una tortilla suave que acoge los sabores con delicadeza. Cada taco es una celebración del mar, un homenaje a la sencillez de la cocina bien hecha, con un toque único que solo Chevere sabe ofrecer.

Todo esto se disfruta en un ambiente único, donde el servicio se siente cercano, amable y atento, siempre dispuesto a hacer que cada momento sea especial. Los meseros no solo sirven, sino que crean una atmósfera cálida, como si estuvieran invitando a cada comensal a formar parte de una gran fiesta.

Chevere, bajo la dirección del talentoso chef Plascencia, recientemente galardonado con una estrella Michelin, junto con el visionario Óscar Torres, ha logrado reunir a grandes personalidades de la gastronomía mundial en un solo lugar. La propuesta culinaria de Plascencia es un susurro de innovación y originalidad que desafía los límites de la cocina tradicional. Aquí, la comida no es solo un acto de comer, sino una invitación a cantar, bailar, brindar y celebrar la vida.

Cada rincón de Chevere invita a sumergirse en una experiencia inmersiva, donde la gastronomía se vive como una fiesta llena de sorpresas, emociones y sabores que despiertan todos los sentidos. No es solo un restaurante, es un lugar donde la comida y la celebración se encuentran, creando recuerdos que perduran.