
Un destino que nos invita a estar en armonía con la naturaleza, Nikko es una de las joyas menos conocidas de Japón, hogar a aguas termales, cascadas, históricas templos y el universo de lujo y sofisticación que es The Ritz-Carlton, Nikko.
Uno de los espacios más codiciados de este fascinante hotel es The Japanese Restaurant, donde disfruté de un tradicional desayuno en ‘bento box’ elaborado con productos de granjas locales, y de una espectacular cena kaiseki.
Los orígenes de la cocina Kaiseki datan de hace varios siglos, cuando solía consistir en comidas sencillas que acompañaban a la ceremonia del té. Después evolucionó a un estilo elaborado de comida dentro de los círculos aristocráticos; hoy en día es sinónimo de la alta gastronomía en Japón. Kaiseki es la verdadera cocina japonesa, en su máxima expresión.

Al caer la noche The Japanese Restaurant se convierte en un espacio de sofisticación absoluta, donde disfruté de una experiencia gastronómica la cual le rinde homenaje a la belleza y precisión de la artesanía local. The Japanese Restaurant sirve menús estilo omakase impecablemente preparados, utilizando los abundantes ingredientes naturales de la región.
Me deleité en el menú Momiji de verano, degustando platillos únicos y auténticos como la piel de leche de soja Nikko Yuba con abulón, espinaca Malabar y erizo de mar, la anguila Nakagawa con calabacín y rábano rallado, y el solomillo de ternera Tochigi de la granja Nasu Mizuho, elaborado con hierbas de temporada – mi favorito.

El menú kaiseki inspirados en la temporada son memorables tanto por su ingeniosa presentación, como por su sabor delicadamente equilibrado. Disfruté de la comida con vajilla Mashiko hecha a mano, una cerámica exclusiva de Tochigi, la región de Japón donde se encuentra Nikko, y maridamos la cena con una excelente selección de sake, vino japonés y burbujas francesas.
Para terminar con broche de oro disfruté del postre de la cena, un rico sorbete de mango con gelatina plana de limón y coco, en el ambiente sofisticado de The Bar. Aquí probé una creación del talentoso barista del hotel: un coctel llamado Altitude 1,300 con Barley, sake, naranja, vinagre y wasabi. Desde la tarde hasta la última hora de la noche, The Bar nos invita a disfrutar de bebidas originales y música relajada en uno de los espacios más estéticamente bellos de Japón.
Aislado, privado y exclusivo, al ras del lago Chūzenji y con vistas al monte Nantai, el edén culinario que es The Ritz-Carlton, Nikko reina sobre una paz absoluta.
