
Un homenaje a la rica diversidad culinaria de México y América Latina, Sendero Polanco es más que un restaurante – es el escenario de experiencias autenticas, como su generoso Brunch de domingo.
El mural El Sabio de la Tierra que da la bienvenida a Sendero Polanco es una obra del artista de Carlos Segovia Sego, y su significado es un símbolo de comunidad y conexión con la tierra; representa la figura de un campesino, que con sus manos fuertes abraza una garza, simbolizando la sabiduría y la comunión con la naturaleza. El mural, decoración y paisajismo de nuevo restaurante de JW Marriott Polanco, se integran con la auténtica ‘cocina de la abuela’, donde las recetas están cargadas de aromas y sabores que nos transportan a través de la memoria a momentos placenteros de nuestra vida.

Durante el colorido y divertido Brunch tuve el placer de ser llevada en un viaje sensorial que nos invita sumergirnos en una experiencia donde cada plato es un relato de sabores arraigados en la autenticidad y el amor por la cocina casera mezclada con sofisticación y modernidad.
Si hay algo que caracteriza a México es su gastronomía: diverso, picante, sabroso o condimentado, en el arte culinario de nuestro país las especias son estrellas indiscutibles. En el brunch, una extensa selección de embutidos, quesos, cortes de carne y marisco elaborados al momento en la parrilla, son acompañados a la perfección con una barra de ostras y ceviches, esquites, sopas y especialidades mexicanas como tamales y pozole.
Una deliciosa selección de jugos frescos y excelente coctelería maridan la divertida experiencia, y los atentos cocineros buscan deleitar nuestro paladar constantemente con platillos frescos. Con platillos nacidos de la pasión y talento de Alejandra Arratia, la primera chef ejecutiva de un JW Marriott en México, representa el alma de nuestro país.
En el Brunch nos espera también una extensa mesa de postres, donde nos encontramos con manjares como churros con cajeta, pastel de queso, miel artesanal, buñuelos, paletas de dulce con chile, algodón de azúcar y una deliciosa fuente de chocolate obscuro con fresas y malvaviscos – regresándonos a los sabores de nuestra infancia.
El concepto de Sendero Polanco viene acompañado de una simbología de lo que identifica a México y en los ingredientes locales y frescos de su cocina se captura la esencia vibrante y colorida de los mercados tradicionales.
