Danza entre el arte y la gastronomía en Zona Maco

La experiencia en Zona Maco, una de las ferias de arte contemporáneo más relevantes de Latinoamérica, me llevó a un viaje visual y sensorial que fusionó arte, gastronomía y la esencia única de los espacios que albergan ambas disciplinas.

Entre las instalaciones y obras de artistas emergentes y consolidados, uno de los momentos más destacados de la expo fue mi encuentro con la obra de la talentosa Goga Trascierra. Su propuesta, cargada de matices visuales y emocionales, me atrapó de inmediato, invitándome a reflexionar sobre la interacción entre lo humano y lo abstracto. La fuerza de sus obras no solo se percibe en sus formas y colores, sino también en la intensidad de las historias que evocan, desafiando los límites tradicionales del arte contemporáneo.

Tras sumergirme en las obras de arte, decidí hacer una pausa para disfrutar de la gastronomía que el Hotel Humano, del Grupo Habita, ofrece a sus comensales. A solo unos pasos de la playa Zicatela, un paraíso para los surfistas de todo el mundo, el hotel es un oasis de lujo relajado, donde cada rincón refleja el espíritu y la comunidad local. Su diseño es un equilibrio perfecto entre la modernidad y el respeto por el entorno, con habitaciones que garantizan la máxima privacidad y un patio central abierto con celosías permeables que permiten que la vida de la calle se mezcle con la calma interior del hotel.

Zona Maco lograron reproducir este contexto de serenidad y estilo, y disfruté de una gastronomía que no solo destaca por su calidad, sino también por su capacidad de transportarme a una experiencia multisensorial. El menú, inspirado en los ingredientes locales y la tradición culinaria mexicana, se complementaba a la perfección con el ambiente del hotel, creando una experiencia única que invitaba a saborear no solo la comida, sino también el paisaje y la cultura que rodean el lugar.

La mezcla de arte y gastronomía en esta experiencia fue inigualable. Mientras las obras de Goga Trastierra seguían resonando en mi mente, el ambiente relajado del Hotel Humano me ofreció el espacio ideal para reflexionar sobre lo vivido, con cada plato como una extensión de la creatividad y la riqueza cultural que experimenté durante mi visita a Zona Maco. Un día perfecto donde el arte, la comida y la naturaleza se unieron en una sinfonía perfecta, invitándome a explorar cada rincón de mi ser y del mundo que me rodea.


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