Al son de música en vivo y con los espectaculares colores del atardecer danzando sobre el horizonte del mar a través de los enormes ventanales, me dejo llevar por el ambiente seductor y la excelencia culinaria de The D-Lounge. Una de las joyas gastronómicas del lujoso y renombrado Kempinski Hotel Cancún, este es el escenario de momentos memorables.
En D-Lounge, las impresionantes vistas panorámicas del Mar Caribe solo se comparan con la experiencia excepcional de dejarnos mimar con deliciosos bocados – los talentosos y expertos chefs de sushi utilizan solo los ingredientes más frescos para crear una variedad de nigiri, sashimi y rollos de sushi que deleitan nuestro paladar.
Con ventanales del piso al techo que ofrecen vistas incomparables de las aguas turquesas del fondo, tuve el placer de degustar una fina selección de sashimis de corte grueso de yellow fin, salmón y atún, y de nigiris con anguila, atún y hamachi. El protagonista de la velada fue el sashimi marinado de atún con ponzu, chile serrano y ensalada de algas.
Entre las demás delicias del menú nos encontramos con exquisitos platillos como el edamame con sal marina de Yucatán; el Atún Picante con cebolletas, caviar lumpo, ensalada de algas y sésamo; y el Hamachi serrano con pepino, aguacate, ponzu y cilantro.
Las delicias asiáticas de D-Lounge son maridadas a la perfección con una extensa selección de creativos cócteles y cócteles sin alcohol. Tuve el placer de degustar durante mi experiencia un saké singular sin filtración, lo cual resulta en un elixir sedoso de color perla.
En Kempinski Hotel Cancun siempre vivo experiencias memorables que ponen en alto la gastronomía y el servicio. Ubicado en el corazón de la Zona Hotelera de Cancún, Kempinski Hotel Cancún lleva un legado de lujo que resuena con el espíritu de la rica herencia cultural de México. Es aquí donde Kempinski busca combinar a la perfección la elegancia europea con la belleza del Caribe mexicano y con excelencia culinaria.
Blog de Deby Beard 